miércoles, 19 de febrero de 2014

LA RUTA DEL ATÚN EXPLICARÍA LAS ESCRITURAS IBÉRICO GUANCHES DE FUERTEVENTURA Y LANZAROTE

( Edición y composición: Javier Marco)

ENTREVISTA A ANTONIO ARNAIZ-VillENA En  RADIO ESTATAL COPE:


http://vod.cope.es/audio/2014/01/22/audio_13903511191123581980.mp3


(se habla de la labor de   http://ibers.cat/ y   de   http://euskararenjatorria.net/)


   
ENTREVISTA  A  ANTONIO ARNAIZ-VILLENA EN  RADIO PANCANARIA
“EL ESPEJO CANARIO”:

sE HABLA DEL GUANCHE Y LA RELACION CON EL EUSKERA Y OTRAS LENGUAS
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http://www.ivoox.com/expediente-x-antonio-arnaiz-villena-audios-mp3_rf_2733651_1.html



   BERNARDO SAGASTUME@BERSAGASTUME / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA/ABC
Día 15/01/2014 - 01.13h
Un experto señala que la población prehispánica canaria no sería entonces exclusivamente de origen bereber, tal y como señala un cierto consenso científico
ABC

Puede haber sido el interés por la pesca, como sostenía ya en el siglo I Plutarco, lo que explique por qué determinadas escrituras rupestres en las islas de Lanzarote y Fuerteventura no responden al tipo de las calificadas como libico-bereberes, sino a otro, «ibero-guanches», lo que abre la puerta a una nueva explicación para el origen de la población prehispánica canaria, que no sería entonces exclusivamente de origen bereber, tal y como señala un cierto consenso científico.
El investigador Antonio Arnáiz indica que no puede señalarse una sola teoría para explicar el origen de la población prehispánica canaria y, como prueba, ofrece estas escrituras, que se llamaron «latinas», pero que cree emparentadas con las de la lengua ibérico-levantina.
«Es muy probable que se deban a pescadores íbero-levantinos, que conocían la ruta del atún», desde su área de apareamiento en el Mediterráneo, entre Baleares y el territorio peninsular, hasta su zona de nacimiento, ubicada entre las costas de África y Fuerteventura y Lanzarote.

Hasta allí llegarían atraídos por la pesca, en un desplazamiento del que da fe Plutarco, cuando en sus «Vidas paralelas» se refiere a Sertorio, quien era consciente de muchas de las características que hoy distinguen a las Islas Canarias, como el buen tiempo, la escasa diferencia entre estaciones y la influencia de los vientos alisios, a pesar de que circunscribía las Islas Canarias a Lanzarote y Fuerteventura: «Estas son dos, separadas por un breve estrecho, las cuales distan del África diez mil estadios, y se llaman Afortunadas», describía Plutarco en su texto dedicado a Eumenes y Sertorio.

Este tipo de escrituras rupestres se dan en las dos islas, y en mayor cantidad en Fuerteventura, explica Arnáiz, para quien la abundancia en que se las ha hallado solo puede explicarse por una presencia de estas poblaciones durante un largo período de tiempo.
Su afirmación de que los guanches no solo tienen origen bereber también se apoya en el tipo de momificación encontrado en Canarias. «Algunas de las momias canarias no son bereberes», dice con rotundidad, tanto por las técnicas empleadas de conservación como por la fisonomía de los cuerpos, del tipo atlántico y no mediterráneo.
Arnáiz, que es inmunólogo y ha centrado sus investigaciones en la historia genética de grupos étnicos, encuentra en estas sentencias cortas un sentido de tipo religioso o funerario en su mayoría. Así, aparecen frases como «Difunto en la sepultura de la oscuridad», «Sueño de la criatura en la sepultura» u «Oración de la hermandad de la madre del fuego».

Estas interpretaciones, estima, no solo deberían abrir un debate sobre el origen de la población canaria anterior al siglo XIV, sino motivar un estudio multidisciplinar para determinarlo con mayor precisión a partir de un trabajo arqueológico, lingüístico-cultural y genético.

Un «expolio» del material guanche

Arnáiz señala el «expolio» de material de estudio de los guanches por parte de los académicos alemanes, ya que sitúa en la Universidad de Viena la mayor documentación sobre las escrituras prehispánicas canarias. Allí reside, sostiene, material «esencial» para reconstruir la historia de Canarias, que se ha trasladado con la complicidad de las autoridades isleñas a lo largo de los últimos cincuenta años y que, además, no es objeto de estudio siquiera por los propios especialistas germanos.